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La Espirometría es una prueba fundamental para evaluar la función pulmonar de un paciente o un trabajador.
Nos proporciona información de la cantidad de aire total que tienen nuestros pulmones y de la velocidad con la que desplazamos esos volúmenes de aire (flujos pulmonares). Como se puede sobreentender es una prueba básica en el estudio de las enfermedades respiratorias, que sirve para valorar el rendimiento pulmonar y además el estado de salud.
Además, si ya ha sido diagnosticado por algún trastorno pulmonar crónico, dicho estudio se debe efectuar periódicamente para controlar el estado de los pulmones y verificar si el tratamiento de una enfermedad pulmonar crónica está resultando efectivo o tiene que modificarse. Pueden solicitarte una espirometría antes de que te sometas a una cirugía electiva para revisar si la función pulmonar es adecuada para soportar la rigurosidad de una operación. Asimismo, la espirometría puede usarse para detectar trastornos pulmonares relacionados con el ámbito laboral.
Se utiliza para diagnosticar algunas enfermedades pulmonares, tales como:
Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional.
La Asociación Latinoamericana de Tórax.
Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.
Espirometría simple.
Espirometría con broncodilatador.
Para su realización se debe respirar de forma forzada a través de una boquilla con filtro.
Inspiramos y cogemos todo el aire que podamos y una vez llenos los pulmones de aire, de forma rápida y enérgica, se espira ese aire hasta vaciar los pulmones.
Posteriormente el equipo de espirometría integra esa información y se obtienen las medidas de volúmenes pulmonares y flujos.
No fumar en las 24 horas previas al estudio.
Evitar comer en exceso, al menos 2-3 horas antes de la realización de la espirometría.
No llevar ropa ajustada que dificulte la respiración.
En caso de padecer de alguna enfermedad respiratoria, no aplicarse el tratamiento inhalado previamente a la espirometría y avisar en caso de uso imprescindible de medicación de rescate.
Excluyentes:
Mujeres embarazadas que cursen el 3er. Trimestre de embarazo.
Cirugías previas de cabeza, tórax o abdomen en el último año.
Pacientes que tienen enfermedad cardiaca, marcapasos o si han presentado algún ataque cardiaco reciente.
Si es o ha sido fumador.
Si ha tenido dificultad respiratoria en los últimos años.
Si nota fatiga al subir escaleras.
Si no puede realizar ejercicio físico de la misma manera que solía hacerlo.
Si está preocupado por el rendimiento durante el ejercicio o la realización de deporte.
Si ha tenido un catarro prolongado, durante meses o años. (ej.: un catarro de fumador).
Si tiene una respiración sibilante en los últimos años.
Si expectora mocos incluso cuando no ha tenido catarro.
Si ha estado tomando tratamiento por una enfermedad pulmonar (ej.: inhaladores).
Si usted está preocupado por su salud pulmonar.
Si usted nota como si no tuviera suficiente aire al respirar.
Si usted nota dolor al espirar o inspirar.
Si va a ingresar a laborar a una empresa o se tiene que realizar periódicamente estudios.